Begonia o flor
de azúcar tiene origen brasileño, con múltiples tonalidades que van desde el
rojo intenso, rosa chicle hasta el blanco puro, que se cultiva en entornos
cálidos y húmedos, pero siempre alejada del sol directo. Si la cuidamos bien,
podremos tener flores desde marzo a noviembre.
Las flores son carnosas, delicadas en
su manipulación ya que rápidamente se lastiman, pero de un sabor peculiar en
inconfundible, refrescante, con recuerdos a los cítricos como la lima. Perfecta
para una ensalada de estival de frutas o combinada con nata montada, pero
también puede acompañar a un mero en salsa... Riquísimo.
La flor de la begonia está llena de
vitaminas y minerales, pero también contiene oxálico, por lo que debe hacerse
un uso moderado en personas con problemas renales y reumatoides. Sin embargo,
también se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, muy útil en
afecciones de garganta.
Esta especie que encontramos en las
casas de todas las madres del mundo, nos da múltiples posibilidades...
Sorprenderemos a todo el mundo cuando les digamos que se pueden comer, pero no
solo eso, es que están buenísimas ¿te atreves?